El ego, esa parte de nuestra personalidad que puede ser beneficio o nos puede perjudicar. Es esa parte interna que nos pertenece, que actúa por instinto sin tener en cuenta lo que nos rodea. Cuando dejamos que el ego actúe por nosotros intentará estar siempre presente ante nuestro yo real y esto puede hacer que terminemos saboteando nuestro aprendizaje o viendo una versión distorsionada de la realidad. Cuando se hace presente, ante todo él es el que domina, él es el que ordena, él nos distrae de la verdad y nos frena o nos limita, ahí es donde comienza una lucha interna entre nuestro ego y nuestro yo real para ver quien domina a quien trayendo a la persona una especie de círculo vicioso que no lleva a ningún sitio ya que el ego es algo que forma parte de nosotros mismos y no se le puede vencer, pero si podemos integrarlo y aceptarlo para que nos sea beneficioso. Para ello vamos a simular la muerte de nuestro ego (ya que es algo simbólico) con un rito a Lucifer.  

 

¿Por qué necesitamos la muerte de nuestro ego? Cuando venimos al mundo venimos sin nada, simplemente disponemos de nuestra propia esencial al igual que cuando cruzamos a otro plano, nuestro cuerpo físico se queda en el mundo terrenal y nuestro espíritu o energía es la que pasa al otro lado. Para adentrarnos en los senderos de la oscuridad hemos de estar totalmente limpios y liberados puesto que la mayoría de los demonios y cierto tipo de entidades oscuras tienen mucho que ver con el ego. Muchas de ellas están conectadas con los dos lados y el ego suele ser con lo que nos tientan, pueden dejarnos atrapados en el vacío de abismo creando un desequilibro en nuestra mente, creando ciertas situaciones que no existen y que se alejan de la realidad para que no podamos continuar nuestro camino. Por eso es muy importante la “muerte de nuestro ego” y cruzar al otro lado libre de él cómo cuando vinimos al mundo terrenal por primera vez. Desnudos, despojados de todo lo que puede limitarnos para que más adelante podamos reencontrarnos con el e integrarlo a nuestro camino.  No es un adiós definitivo, simplemente es un hasta luego.

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PARA ESTE RITO NECESITAMOS

2 velas negras 

1 piedra de luna 

1 caldero con hierbas para quemar 

El siglo de la muerte del ego 

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El rito está dividido en dos partes: la preparación 24h antes del rito y el rito en cuestión.  

 

*24h antes del apogeo de la Luna Llena vamos a dibujar el sigilo que encontrarás más abajo en un papel y nos lo vamos a poner durante esas 24h pegado en la zona del corazón. Debemos hacer un retiro y una desconexión total de personas, redes sociales y cualquier tipo de contenido sea tv o internet. Esas 24h servirán para relajarte, conectar con tu yo interior, acallar tu mente y preparar el cuerpo con meditaciones para el ritual. Si están acostumbrados se aconseja en la última meditación de la mañana sea después de un ayuno de 12h. 

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*En el ritual has de tener a la Luna Llena frente a ti, así que lo ideal es que el ritual se haga en una zona en la naturaleza totalmente descalzo y de rodillas. Encendemos las dos velas negras que irán colocadas a derecha e izquierda, sostenemos la piedra luna con las palmas arriba hacia la Luna mientras meditamos y cuando estemos preparados decimos la siguiente oración: 

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"Oh! Lucifer, tú que eres el portador de la llama negra. Tú que iluminas los caminos de aquellos que se adentran en la oscuridad de Sitra Ahra. Tú que fuiste dotado del orgullo y la soberbia, sé que eres el único que me entiende. Ayúdame a despojarme de esta presencia que no necesito en este momento para cruzar el velo, ayúdame a eliminar mi ego por un instante hasta que nuestro reencuentro surja muy pronto de nuevo. Oh! Amado lucifer, hijo del amanecer, tú que fuiste la más grande de todas las creaciones, tú que iluminaste el paraíso ardiendo a través de la sombra de la muerte para que las almas encontrarán su camino, en esta hora y en esta noche, bajo la luz de esta Luna yo te invoco para que arrebates de mí esencia este ego que tanto me atormenta".

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(prendemos fuego al caldero con las hierbas, nos despegamos el sigilo que llevamos en el corazón desde hace 24h y lo echamos al fuego – las hierbas serán las ofrendas que haremos a Lucifer) 

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Ahora dejamos cargar la piedra de luna con el humo que sale del caldero y bajo la luz de la luna. Nos ponemos cómodos y nos sentamos a meditar centrándonos en aquello que nos mantiene atados a lo material, visualizamos como todas esas cadenas que nos tienen anclados a viejas creencias o limitaciones se van rompiendo poco a poco. Vemos como nuestro ego se marcha mientras le saludamos con un hasta luego y dejamos espacio libre para el renacimiento de un nuevo ego mejorado, nos preparamos de nuevo para ese reencuentro. Ahora ya estamos preparados para cruzar al otro lado por primera vez, estamos libres para que la energía oscura que canalicemos pase a través de nosotros y al hacerlo sentiremos que estamos en nuestro hogar, el cruce de las puertas del Sitra Ahra se ha hecho de forma natural, así que permítete disfrutar del momento. Cuando despertemos del trance o de esa meditación nuestros pensamientos habrán cambiado, no sentimos odio, rencor, ira o envidia, vemos el mundo de forma distinta, la muerte de nuestro ego con Lucifer nos ha ayudado a comprender y evolucionar para no dejarnos manipular por cierto tipo de energías o pensamientos, estamos preparados para renacer y poder descender a la oscuridad.  

 

Para terminar, da las gracias a Lucifer por ayudarte con la muerte de tu ego y liberarte con su llama negra de todo lo que te limita, deja las cenizas de las hierbas de tu caldero en una encrucijada para que se las lleve el viento, guarda en tu memoria este sigilo por si lo necesitas una próxima vez y deja reflejado tu experiencia con la muerte de tú ego. Si no tienes la oportunidad de hacer este rito con Lucifer en la naturaleza intenta que la Luna se vea a través de la ventana de tu hogar. 

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