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LA IMPORTANCIA DE LAS MEDITACIONES DEL INICIADO 

La meditación en las prácticas espirituales es una de las bases más importantes, primero porque necesitamos relajación ya que es un buen método para que con el paso del tiempo no necesitemos medicación por culpa de las tensiones de nuestra vida ajetreada, eso nos ayuda a tener mayor calidad de vida y a tener menos problemas de salud para enfocarnos en nuestro bienestar. La meditación relaja la tensión muscular y la presión arterial alta, estimula nuestro sistema inmunológico con lo cual somos propensos a sanar y recuperarnos mucho más deprisa, abre los conductos respiratorios lo cual es bueno para gente con asma y alergias, devuelve el funcionamiento del proceso del aparato digestivo, ayuda a mejorar nuestra condición física y existen estudios médicos que aseguran que es buena para el insomnio, la migraña y el dolor crónico además que consigue grandes resultados con desórdenes psicosomáticos de la piel, aparato digestivo y sistema nervioso. Nos ayuda a encontrar la paz interior y nuestro equilibrio, nos ayuda desarrollar la capacidad de concentración y nos enseña a mejorar nuestro propio rendimiento para conseguir el máximo resultado. Las meditaciones suelen ser los ejercicios por excelencia de los artistas ya que con ellas se trabaja la visión, la inspiración y la creatividad. Nos permite desconectar de los problemas usando nuestra imaginación como por ejemplo adentrándonos en un bosque o paseando por una playa desierta escuchando el sonido de las olas del mar, es un proceso del desarrollo de nuestros pensamientos y los budistas la usan diariamente adentrándose en la búsqueda de la sabiduría interior de donde surge el verdadero conocimiento. Unidas a los ayunos controlados son capaces de experimentar un mundo rico en sensaciones que otras personas no sienten porque consiguen que nos enfoquemos en lo que verdaderamente importa. Pero lo más importante en nuestro camino es que nos sirve como terapia para la expansión de nuestra conciencia que es lo que se pretende dentro del santuario. Nos permite poner los pies en la tierra, a dejar fuera de nuestra mente lo que no nos beneficia, a ver las cosas desde otro punto de vista. Para caminar en un sendero espiritual necesitamos aclarar nuestra mente para saber hacia dónde nos dirigimos, necesitamos escuchar nuestro interior y nuestro exterior, abrir nuestra mente y ser receptivos para poder eliminar las creencias implantadas que no nos dejan avanzar y para poder descartar todas esas fantasías banales que en ocasiones se nos pasan por la cabeza, pero para todo esto el iniciado ha de estar relajado y consciente en el aquí y ahora.  

 

Para el que se inicia en las meditaciones al principio es algo costoso porque no conseguimos acallar la voz de nuestra mente, miles de pensamientos nos inundan constantemente y no es bastante difícil relajarnos, por eso se aconseja al principio algunas meditaciones con música relajante, pero la verdadera meditación para expandir nuestra conciencia son las meditaciones en silencio. Aunque al principio pueda resultar difícil es más sencillo de lo que parece, solo hay que practicar de forma constante el silencio, no hablar durante ciertos periodos de tiempo y sobre todo desconectar de contenido de tv e internet para no distraer nuestros pensamientos. También es aconsejable que durante esos periodos de tiempo meditativos el iniciado debe evitar el contacto con otras personas, ha de ser un ejercicio con un espacio para ti solo y el mejor lugar para hacerlo puede ser en una zona de la naturaleza donde pueda concentrarse en el silencio y el sonido de lo que le rodea. Hay iniciados que deciden hacer un retiro alejados de la ciudad durante varios días el cual les ayuda a sobrellevar esos periodos de silencio y concentración. Una vez el cuerpo se acostumbra al silencio ejercitamos como dominar los pensamientos de nuestra mente, algo que hacíamos cuando éramos niños construyendo un lugar seguro para evadirnos de nuestros problemas, en el mundo de la magia esto hoy en día se conoce como templo interior, un lugar donde nos resguardamos y descansamos cuando comenzamos a tener experiencias entre dimensiones tras los estados alterados de la conciencia. Un lugar donde refugiarnos entre lo material y el astral durante nuestros trabajos con las meditaciones, los sueños o viajes astrales. Estos lugares pueden ser temporales e imaginarios o permanentes como un santuario o un altar. Lo importante es tener en cuenta que en el silencio es donde encontraremos nuevos conocimientos y para ello se requiere de práctica diaria.  

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