​​El objetivo del ritual es reivindicar el poder femenino ancestral, reclamar la oscuridad como un espacio de liberación y conectar con la energía primordial de Lilith. Este ritual busca despojarse de las restricciones impuestas por la sociedad y reconectar con la libertad absoluta, la independencia y el caos creativo.

​

 

Para este ritual escoge un lugar que pueda sumergirse en la oscuridad total, ya sea en tu casa o en un espacio al aire libre. Si es posible, realiza el ritual en la oscuridad de la noche, a ser posible al aire libre en un lugar oculto y ajeno de miradas o en tu cámara ritual. La atmósfera debe ser cerrada, profunda y sin interrupciones. Crea un altar dedicado a Lilith para este momento especial. 

 

Necesitas:

 

• Una vela negra (simboliza la oscuridad y el poder de Lilith).

​

• Una imagen o estatua de Lilith (si no tienes una representación, puedes dibujar su figura en un papel y quemarlo al final del ritual como una ofrenda).

​

• Un cuenco con agua (representando la conexión con el caos primordial y las aguas abismales de la vida, el espacio fértil de la creación).

​

• Hojas secas, ramas o flores negras (como ofrendas naturales, representando la fertilidad y la muerte/recreación).

​

• Un recipiente con vino tinto o sangre artificial (simbolizando la energía vital, la pasión y el sacrificio).

​

• Espejos pequeños o fragmentos (que simbolizan la mirada profunda, la reflexión y la conexión con la oscuridad interior).

​

​

Herramientas adicionales:

​

• Un cuaderno y pluma negra para escribir tus intenciones, deseos y lo que deseas liberar de tu vida.

​

• Incienso de sándalo o mirra (para crear una atmósfera mística).

​

• Un cuchillo ritual o una daga de plata (para cortar lazos con lo viejo, lo limitante).

​
 

Procedimiento:

​

Comienza por limpiar y consagrar el espacio con la vela negra. Cuando la enciendas, repite en voz baja o susurrandole a la vela lo siguiente: 

​

Que la oscuridad nos guíe, que la sombra nos revele,

Que en la negrura de la noche encontremos nuestro ser perdido,

Que el velo sombrío nos despoje de las mentiras,

Que la fría quietud de la noche nos libere de las ataduras del mundo.

Que cada paso en la penumbra nos acerque más al poder olvidado,

Que las sombras nos susurren secretos antiguos,

Y que, al caminar en el abismo, descubramos la verdad que el día ha ocultado

​

​

Deja que la vela arda en silencio durante unos momentos, sintiendo la presencia de Lilith invadiendo el espacio. Enciende el incienso y camina en círculo, dejando que el humo lo rodee. Mientras lo haces, susurra lo siguiente: 

​

​

Madre oscura, Reina rebelde, escúchame en esta noche sin fin,

Que tu voz resuene en los abismos más profundos,

Que tu mirada atraviese las sombras, guiándonos sin miedo,

Que tu poder nos envuelva en su manto eterno,

Que el eco de tu llamada sea nuestra guía y nuestra fuerza,

Que tu caos sagrado nos despierte,

Y en esta oscuridad, en esta eternidad sin final,

Nos hagas uno con la noche, con la verdad olvidada, con la libertad absoluta.

​

​

Ahora colócate frente al altar. Con los ojos cerrados, invoca la presencia de Lilith diciendo tres veces con voz firme y potente lo siguiente:

​

Lilith, Reina de la noche, madre de la sombra, 

En tu caos primordial me sumerjo, 

Dame fuerza, dame libertad, 

Desata las cadenas de mi ser, 

Para que mi alma camine con tu poder.

​

​

Siente su energía envolviéndote, como un manto oscuro y cálido que te cubre. Visualiza cómo las cadenas invisibles que te limitan se deshacen y caen, y cómo te conectas con el principio de la creación misma.

​

​

Ahora toma la daga o cuchillo ritual, y corta un trozo de hilo negro o un pedazo de tela que simbolice las restricciones de tu vida (pueden ser miedos, traumas, relaciones limitantes, creencias obsoletas). Al cortar este lazo, di:

​

​

Rompo con lo viejo, lo que me limita y me somete,

Deshago los grilletes del pasado, que han encadenado mi ser,

Despojo de máscaras mi alma, que ya no teme al juicio,

En la oscuridad renazco, abrazando mi caos y mi verdad,

Como Lilith, libre y sin fronteras,

Fluyendo como la noche misma, sin ataduras ni cadenas,

Recibiendo el poder de las sombras, el cual solo la luna conoce,

Reclamando mi libertad, mi poder ancestral,

Y levantándome, como la estrella oscura que siempre fui,

Para caminar en la penumbra, con una voluntad inquebrantable

​

​

Deja el objeto cortado en el cuenco con agua, como símbolo de liberación y renovación. A continuación toma el cuaderno y la pluma negra, escribe todas las intenciones que deseas manifestar en tu vida. Estas pueden ser deseos de poder personal, de libertad, de romper con antiguos paradigmas, o de reconectar con la energía primordial que Lilith representa.

 

​

Lee en voz baja cada una de las intenciones que escribiste 3 veces, invocando la energía de la diosa para que las guíe hacia su manifestación. Termina diciendo:

​

 

En la oscuridad, el caos, el poder de Lilith,

Que la niebla negra me envuelva y me transmute,

Que el abismo me devore y, en su vientre, me recree,

Que mis deseos se fusionen con el abismo profundo,

Allí donde no hay miedo, solo liberación,

Allí donde el tiempo es solo un eco olvidado,

Y las leyes del hombre se disuelven en la nada.

Que renazca con fuerza y libertad,

Como la sombra que nunca se disipa,

Como la luna oscura que desafía el día,

Renovada, invencible, inquebrantable,

Y que mi voluntad se alinee con el caos eterno,

Caminando en su sendero, como la hija predilecta de Lilith.

 

​

Toma las flores o ramas negras y, con el vino tinto, moja cada una mientras dices:

​

​

A ti, Lilith, ofrezco mi alma y mi voluntad, 

Que la oscuridad me consagre, 

Que tu poder fluya a través de mí, 

Que mi ser sea transformado.

 

​

Coloca las flores en el altar como una ofrenda y finaliza el ritual con unos minutos de meditación profunda, apagando las luces o sumergiéndote en la oscuridad absoluta, dejando que tu mente se sienta libre y sin ataduras. Imagina que te conviertes en Lilith, caminando por la noche sin miedo, llena de poder y libertad. Siente el caos como tu aliado y la creación como tu espacio infinito.

 

Para cerrar el ritual, toma un poco de la sangre (o vino) del cuenco y moja ligeramente tus labios con ella como símbolo de compromiso con el poder femenino primordial y el camino de Lilith. Luego deja que la vela se consuma completamente como acto final de purificación y da gracias en silencio por la conexión con la oscuridad.

 

Si lo deseas, puedes guardar los escritos de tu ritual en un lugar especial para recordarlos y seguir manifestando tus intenciones. Este ritual está diseñado para invocar la energía de Lilith de manera poderosa y transformadora, en honor a su naturaleza rebelde y liberadora. Es un acto de empoderamiento y liberación, destinado a despojarse de las restricciones y abrazar la libertad absoluta que representa la Madre Oscura.

​