CARTA ABIERTA A LA LEGIÓN DE LOS HIJOS DE LA NOCHE:
Desde que nuestro Santuario surgió a la luz en 2020, hemos hecho un gran trabajo para mantener este lugar dedicado a Lilith y las Diosas Oscuras. A medida que hemos ido creciendo y experimentando, el Santuario ha ido evolucionando, pero con el tiempo nos hemos dado cuenta de que no todo el mundo es capaz de seguir a Lilith y de aceptar su verdadera naturaleza. Es por eso que después de un gran parón para reorganizar ideas, estamos haciendo cambios para que sólo aquellos que realmente quieren seguir el camino oscuro, caótico, demoníaco y vampírico de las entidades femeninas puedan unirse, porque le pese a quien le pese, Lilith es un espíritu nocturno de naturaleza vampírica desde el principio de los tiempos.
La Lilith primigenia no es la Lilith que inventaron los judíos, fue un ser ancestral que fue expulsado al igual que Caín de las sagradas escrituras. Un espíritu aéreo de los vientos y las tormentas que gobernaba en el desierto y que más tarde pasó a habitar ciudades desoladas, irrumpiendo en el sueño de los hombres para crear descendencia y alimentarse de la sangre de los niños que ella no había procreado, regresando de nuevo a esos desiertos, cuevas y mares olvidados. Esto da un claro indicio de que Lilith posiblemente fuera uno de los primeros vampiros o espíritus malignos de la naturaleza.
En la mitología se la encuentra en la epopeya de Gilgamesh como Lilitu, nombre que Robert Graves tradujo como Lilith. Un ser representado como una mujer pájaro con patas y garras de lechuza. Las Diosas Pájaro fueron las primeras Diosas de la historia relacionadas con la muerte, la oscuridad o el inframundo. En época de asirios y babilonios se convierte en un demonio alado, pero hay que tener en cuenta que en la antigüedad se denominaba demonio a aquellos espíritus y dioses que no se les rendía culto en un templo.
También está la teoría de que es la “ki-sikil-lil-la-ke” que aparece en el relieve de Burney, la reina de la noche y buscando el orígen de los vampiros, me topo en que puede ser el primer vampiro reconocido de la historia, ya que aparecen en algunas civilizaciones ciertos personajes de la mitología y el folclore que dan a entender esta naturaleza: para ver el origen de los primeros vampiros de la historia mi investigación me llevan a sumeria, “ki-sikil-lil-la-ke” mujer con garras que se supone que bebía la sangre de sus víctimas.
Lilitu (“ki-sikil-lil-la-ke”) habita en el tronco del árbol Huluppu el cual considero que es el árbol del conocimiento de la humanidad (al igual que podría ser en la tradición nórdica yggdrasil), por lo que es una de las protectoras de ese conocimiento ancestral. Su nombre lo muestra: ki-sikil significa "lugar sagrado" (lil = "espíritu") y lil-la-ke significa "espíritu del agua", aunque se le dió el nombre de búho. Este demonio, espíritu o vampiro es el que vive y protege el árbol, tiene más o menos la misma apariencia o características que la Diosa Inanna y otras Diosas de la época. Kramer tradujo ki-sikil-lil-la-ke como Lilith en la "Tabla XII" de la Epopeya de Gilgamesh y según una nueva fuente de la Antigüedad tardía, Lilith aparece en una historia mágica mandaica donde se considera que representa las ramas de un árbol con otras figuras demoníacas que forman otras partes del árbol, aunque esto también puede incluir múltiples "Liliths".
En la tablilla XII se encuentra lo siguiente: "Entre sus raíces, la serpiente "que no conoce reposo" había situado su nido; en su copa, el pájaro de la Tempestad, había colocado su cría; en el centro Lillake construyó su casa. Gilgamesh se quita de su talle su armadura, cuyo peso es de cincuenta minas. Gilgamesh empuñó su hacha en la mano, que pesaba siete talentos y siete minas, y entre las raíces del árbol golpeó a la serpiente "que no conoce reposo"; y en su copa el pájaro de la Tempestad le robó su pequeñuelo, teniendo que huir el pájaro a la montaña. Gilgamesh destruyó la casa de Lillake y dispersó sus escombros. Cortó el árbol por las raíces, golpeó su copa, Y luego las gentes de la ciudad vinieron a cortarla. Entregó el tronco a la brillante Inanna Para hacerse un lecho, con las raíces fabricó un pukku y con la copa un mikku".
Aquí ya se asocia a Lilith con las aves nocturnas, las serpientes y los dragones, ya que el nombre de Lilith procede del vocablo asirio-babilonico Lilitu que significa espíritu del viento o demonio femenino. La demonología mesopotámica influenció a hebreos y cristianos, el cual su nombre derivó al hebreo Layit que significa noche haciendo referencia a un monstruo peludo y nocturno muy parecido al de la tradición árabe, porque en la antigüedad existían demonios (espíritus) para todo, donde encontramos a Lilitu o Ardat Lili. En la tradición abrahámica se la denominó “demonio nocturno que provocaba enfermedades”, la cábala la convirtió en la rebelde que se opuso a Adán y su Dios.
Otras tradiciones como la griega la transformaron en lamias, estrigias o furias, seres alados malvados, justicieros o con sed de venganza y a lo largo de la historia encontramos otros seres femeninos con esta sed de sangre como en Egipto que encontramos personajes con rasgos vampíricos como “las Merut o Meruty”, aves nocturnas con cabeza humana que paralizaban a su víctima y les devoraba el alma o se comían el corazón después del pesaje en el Duat; eran las compañeras inseparables de Osiris y también encontramos a la Diosa Sekhmet, la primera Diosa de la historia en beber la sangre de todo aquel que destruye. Seres con rasgos vampíricos y destructivos que regresan de nuevo a nuestro mundo de la mano de Lilith, posiblemente la primera entre todas.
En el siglo XIX se convierte en símbolo del feminismo cuando la emancipación de la mujer empieza a crecer en occidente y ese espíritu primigenio se sigue transformando con los milenios siendo lo peor de toda la historia: malvada, depravada, asesina, ramera, súcubo y un sin fín de palabrabrería inventada por humanos retrógrados con sed de poder para manipular las masas. Con el paso del tiempo Lilith va cogiendo atributos de otras entidades femeninas oscuras que son malvadas y demoníacas, así surge la Lilith que conocemos hoy. La pregunta que hay que hacerse, es si realmente Lilith fue un demonio o espíritu malvado ¿por qué Dios no la destruyó cuando tuvo oportunidad? Porque en plena edad media se la llegó a situar como consorte de Yahveh, su compañera la que trajo todos los males al mundo. Por eso la tradición abrahámica la denominó “demonio nocturno que provocaba enfermedades”.
La historia de Lilith es muy compleja y evidentemente muy complicada a la hora de buscar fuentes históricas, por eso en el santuario vamos a ensalzar esa naturaleza siniestra, demoníaca y vampírica para conectarnos con la verdadera naturaleza destructiva de todas sus máscaras conocidas y otras que no lo son tanto. Hemos llegado a un punto donde se empieza a ver el principio de la “Era Kaliyuga”. Una era llena de conflictos y estupidez humana que nos llevará a la destrucción de la humanidad tal y como la conocemos.
Hemos llegado al punto de que impera la ley del más fuerte de forma descarada, estamos comenzando la era del surgimiento de los depredadores y con ella las prácticas mágicas sin control donde la gente cree que lo que hacen no tiene consecuencias. Es por ello que en el santuario aceptamos su verdadera naturaleza para adquirir conocimiento, y por supuesto para nuestra propia protección. El vampirismo se corresponde con esa naturaleza primigenia de Lilith, no hablamos de vestirnos como en las películas y ponernos colmillos, aquí la estética es lo de menos, no hacemos nada ilegal como beber sangre o sacrificar personas, pero si desarrollamos esta naturaleza vampírica para poder transformarnos en seres mentalmente superiores.
El vampirismo es algo que se pinta muy bien en los libros y que parece algo muy cool, pero tiene sus pros y contras, hay que contar con los peligros del astral, hay que tener cuidado con otros depredadores que son más fuertes que tú y estar alerta de todos aquellos que pretenden vampirizarte, tener en cuenta que todo lo que se absorbe de forma vampírica puede ser dañino para nuestra propia salud y sobre todo la larga exposición como vampiro en el otro lado crea adicción y en muchas ocasiones delirios haciendo que pierdas de vista lo que es real y lo que no, porque el vampíro o mago vampírico sólo existe en nuestra mente, es nuestro alter ego, es nuestra evolución mental.
Tenemos nuestras propias reglas y nuestra propia ética, pero no le rendimos cuenta a nadie ni tenemos que respetar a otros cuando no se nos respeta. Buscamos la inmortalidad trascendental, dejar una huella a través del tiempo que sea reconocible para otras personas como nosotros, buscamos despertar esos poderes que se ocultan en las regiones oscuras de nuestra mente limitada a la que de forma natural no tenemos acceso para el beneficio de nuestra vida mortal, pero también desarrollar todas esas habilidades que quieras tener en el mundo astral, para ello has de vivir y pensar como un vampiro, como un verdadero depredador.
En el Santuario planteamos la evolución de la psique humana, para ello se ha de hacer una transición: pasar de ser de los hijos de Lilith a los hijos de la noche. Esta transición es quizá de las más duras porque potenciamos nuestra naturaleza depredadora y animal. Lilith es una entidad vampírica, te devora en tus pesadillas, con ella viajan los hijos de la noche, una legión infernal de entidades depredadoras que consumen a sus víctimas cual vampíro, por ello hacemos esta transición, para convertirnos en uno de ellos y estar bajo el manto de Lilith, bajo su protección.
La naturaleza vampírica es la evolución, es darle libertad a tu mente para empoderarse. No somos una religión, sólo buscamos la inmortalidad trascendental y la sabiduría que se oculta en el inconsciente. No bebemos sangre y no mordemos cuellos, porque los hijos de la noche irrumpen de forma mental sin necesidad de eso y absorben aquello que consideran que les beneficia.
Por lo tanto abrazamos esta naturaleza vampírica para evolucionar en ese ser mentalmente superior, donde estamos orgullosos de lo que somos como depredadores, donde forjamos nuestro instinto animal y donde somos los únicos dioses a quien seguir. Lilith es la energía demoníaca que cubre nuestro mundo. Nuestro poder surge de su propia oscuridad donde la ley que se impera es la del más fuerte. Aquí nuestras creencias son inamovibles, nuestro poder es real y donde si no se nos respeta, no habrá ni piedad ni compasión ante la inminente destrucción del enemigo. Ahora tu decides si eres la víctima o prefieres ser el depredador en un mundo corrupto y lleno de caos.
Esta corriente sobre los hijos de la noche se despierta a través de la magia negra y la hechicería siniestra para cambiar y moldear nuestra realidad según nuestra propia voluntad. Una vez te conviertes en hijo de la noche se cierra el vínculo iniciático donde quedas ligado a esa energía adversarial que es Lilith. No es un camino apto para todo el mundo, las máscaras de Lilith se manifestarán en ti, los poderes infernales despertarán en tu interior y aflorarán los aspectos más oscuros de tu psique para poder proyectarlas y ponerlas a prueba en el astral.
En el plano físico puede que solo seas un mortal, pero bajo el poder vampírico nocturno eres indestructible y no habrán limitaciones que puedan evitar tu propósito. Somos los hijos de la noche, la legión de vampíros que acompañan a Lilith, no hay nada que mentalmente no podamos controlar mientras el resto de los mortales duermen.
Ave nox daemonium - mater filii noctis
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