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Hécate reina de los muertos




Hécate es una de las Diosas Oscuras que se han hecho famosas gracias a la televisión. Cuando hablamos de culto a Hécate todos tienen la misma opinión, se remontan a la mitología griega, una Diosa acogida con honores dentro del neopaganismo. Una Diosa que ha percibido muchas variaciones y cambios a lo largo del tiempo. Su verdadero culto siempre ha estado envuelto de secretos, considerada Diosa de la noche, el misterio, la magia y asociada a las puertas del inframundo, las que separan el mundo de los vivos y de los muertos.


En una época más moderna se la considera la patrona de todas las brujas, pero antaño no fue su función. Si se le dejaban muchas ofrendas y peticiones en los cruces de caminos, ya que las intersecciones eran consideradas puntos liminales por donde Hécate pasaba con sus perros y las almas de los que guiaba. Ella iluminaba la oscuridad con sus antorchas, como se puede ver en el mito de Perséfone.


Algunas personas la asocian a la luna llena y como Diosa lunar está bien honrarla cuando uno quiere, pero Hécate es la Diosa de la luna nueva, la luna que está en plena oscuridad, por eso su conexión con el misterio, la magia o la brujería. Luna nueva son nuevos comienzos, es la luna abrecaminos al igual que ella como portadora de las llaves, la que abre las puertas al conocimiento y a etapas nuevas.


Es una Diosa nocturna relacionada con la vida y la muerte, era llamada la reina del mundo de los espíritus y reina o dueña de la noche. Su aspecto triple cambió con la llegada de la wicca a la que se le asoció los tres aspectos de la diosa: hija, madre y anciana, pero la verdad de su aspecto triple es que hace referencia a la que gobierna los tres planos: el de los cielos, el inframundo y el mortal.


Existen muchos epítetos para definir muchos de los aspectos de esta Diosa, pero hay algunos que a mí personalmente me llenaron de curiosidad. Por ejemplo: Enodia hace referencia a “la de los caminos”, es la Hécate del culto a las encrucijadas, el sitio donde convergen dos realidades o donde se cruzan dos mundos. Propylaia hace referencia a “la que está en la puerta”, es la Hécate guardiana del inframundo, además propileos o propylaia es como se llaman las gigantescas puertas de un templo o complejo religioso. Propolos significa “la que guía” y Phosphoros portadora de la luz, porque Hécate guiaba a los muertos hacia el otro lado, hacia el inframundo o mundo de los muertos. O el epíteto Prytania que significa “reina de los muertos”.


De hecho tuvo una escasa presencia en egipto que según Diodoro Siculo dijo que había un templo dedicado a Hécate cerca de Menfis (D.S., 196, 9). Diodoro asoció este templo con el culto egipcio de los muertos y con el viaje de Ultratumba de las almas, por eso dice que está situado en Egipto "cerca de las puertas de Cocito y las de Lete sujetas con cadenas de bronce". En Menfis se encontraron unas fichas o monetiformes de plomo de época imperial en las que aparece representada Hécate en sincretismo con Isis. Asi mismo, en estos monetiformes de plomo Hécate-Isis combina el atributo de los cuernos lunares de Isis con las tres cabezas de Hécate.


Estos ejemplares tienen en común: la imagen tricéfala de Hécate-Isis, el atributo del disco solar situado entre los cuernos de vaca que representan el creciente de luna que se coloca sobre las tres cabezas de la diosa y el ureo, símbolo de poder egipcio. En algunos casos, la diosa porta en la mano o tiene cerca un daimon alado. Apis está junto a ella y sobre la cabeza tiene también un disco solar entre cuernos más un creciente de luna al lado, además lleva atributos como la serpiente.


Y esa triplicidad de la que hablábamos antes también podemos verla en uno de sus animales, esa misma serpiente (guía, trae la luz y trae el conocimiento) que a su vez es símbolo de renacimiento. Su símbolo, el “strophalos” es el laberinto del conocimiento por el que Hécate guía a la humanidad para alcanzar su propia deificación, su propia iluminación.


En los oráculos caldeos hay una frase que dice: “Los pechos productores de vida de Hécate, esa misma luz viva que se viste de materia para manifestar existencia”. Esto quiere decir, que para la humanidad Hécate es una Diosa Madre Primigenia, es la dadora de la luz y la vida que transforma la energía en materia y esa materia crea la misma existencia, lo que quiere decir es la creadora de la vida.


Algunos seguidores pelean por reafirmar que pertenece al panteón griego y es hija de titanes, la única documentación arqueológica que hay de ella la sitúan entre la época helenística y la época imperial, pero eso no significa que sea exclusiva de allí ya que existe un testimonio más antiguo que se conserva en una placa votiva de bronce, procedente de Mesembria, la actual Nesebar (Bulgaria) de la segunda mitad del s. IV a.C, en esta placa está Hécate con su larga antorcha junto a Hermes y Cibeles.


Investigaciones arqueológicas apuntan que el culto a Hécate puede proceder de la antigua Anatolia, pero que posiblemente es más antigua ya que esta península no cambió durante milenios hasta que su cultura entró en contacto con los indoeuropeos y absorbieron al pueblo hatico.


Maria Gimbutas identificó en relación con lo que ella denominó «la gran diosa de la vida, la muerte y de la regeneración», una diosa andrógina vinculada a la luna, el perro, el ciervo, la abeja y el oso entre otros, que hacen correspondencia a la diosa neolítica de la vieja Europa y posiblemente anterior, aunque sobrevivió después del III milenio aC en la antigua Grecia y el oeste de Anatolia bajo las formas que hoy conocemos como Hécate y Ártemis.


Esto quiere decir que Hécate no fue hija de titanes, sino que fue una Diosa de la prehistoria. Hay representaciones clásicas donde a Hécate se la representa con un cuerpo alado o como un híbrido de mujer y pájaro, del mismo modo que las diosas pájaro descritas por Gimbutas. En la Grecia clásica Hécate fue relegada a la muerte y la vida al otro lado, la que gobierna el inframundo y esto fue por el temor que le tenían en aquella época ya que los perros que la acompañan demostraba su carácter ctónico, su naturaleza salvaje, el dominio de las fieras, la muerte, la resurrección y la generación.


También se la llama “Axis Mundi”, el alma cósmica del mundo o alma de la humanidad, ella es todo o el comienzo de todo, es luz y oscuridad, es vida y muerte, es misterio y conocimiento, es la que regaña y guía, la que acaricia y protege, ella es el conocimiento del pasado y las claves del futuro, es la esencia pura de la Gran Madre, el mismo éter, universo y alma primordial creadora de todo.


¿Por qué en estas fechas se le debe rendir culto a Hécate? Porque es la que nos abre las puertas del otro lado para avanzar a los misterios de la brujería y la nigromancia, de la magia de los espíritus animales y familiares, el aprendizaje con las plantas y la fabricación de los venenos, enseña a trabajar la nigromancia, también asociada a la sanación ya que con las plantas sagradas facilitaba la transición de los moribundos al otro lado.


Una Diosa protectora apotropaica que recibió muchos títulos o nombres (epítetos), una Diosa relacionada con la época de Samhain y los muertos, una alidada necesaria si te decides a caminar tu propia encrucijada personal, porque te llevará a la muerte para la resurrección, la que te prepara para el camino que está por venir, sea en la vida o en la muerte. En Samhain desciende por su laberinto hasta llegar a las puertas del inframundo para encontrarte cara a cara con Hécate, para entrar en el mundo de los muertos en busca de la sabiduría ancestral.




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