“En muchas ocasiones luz y oscuridad se identifican con el bien y el mal, pero la dualidad forma parte de nuestro equilibrio. Cuando se empieza a forjar la personalidad las personas se vuelven vulnerables creando sombras que más tarde se interpondrán en su camino. La oscuridad es temida desde hace milenios porque se tiene miedo a lo que no se puede ver y controlar, pero hay que tener en cuenta que en la más profunda oscuridad no podrás ver nada, pero donde exista mucha luz quedarás cegado y tampoco verás nada, el equilibrio entre luz y oscuridad es la clave. Todos estamos hechos de luces y sombras, para alcanzar “esa supuesta” iluminación que es donde reside parte de la sabiduría antes hay que adentrarse en la oscuridad y aprender de ella, aprender de su conocimiento” - Goetia Femenina
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La oscuridad es ese lugar donde habitan nuestros monstruos, por eso el primer paso en el sendero oscuro es un viaje de exploración hasta lo más profundo de nosotros mismos para aceptar nuestra verdadera naturaleza. Todos tenemos un lado oscuro y otro luminoso, todos somos una especie de yin yang de energía que no deja de girar y nuestra prioridad debería ser mantener un porcentaje igualitario para un equilibrio perfecto. Todos en algún momento de nuestra vida tendremos que abrazar esa oscuridad que forma parte de nosotros, porque de no hacerlo todos esos demonios que residen en nuestro interior en forma de miedos, creencias limitantes, dolor, emociones reprimidas, preocupaciones o dudas comenzarán a salir sin control como si fueran una mala bestia que viene a destruir tu mundo quedando esclavizado a ellos de por vida.
Por eso aquello que caminamos en una senda de oscuridad no tratamos de suprimir estos seres que forman parte de nuestra propia personalidad, sino que tratamos de conocerlos lo máximo posible para que nos sean beneficiosos en nuestro camino espiritual. No puedes esconderte de aquello que vive en tu interior porque te encontrará, no puedes ignorarlo porque gritará con más fuerza, no puedes reprimirlo porque su ira surgirá como un volcán en erupción, como un niño herido tratando de llamar la atención hasta tal punto, que entorpecerá tu vida.
Nos educan para temer a las tinieblas, para no despertar todo nuestro potencial. Ignoramos el poder que verdaderamente reside dentro de nosotros. La oscuridad es un escenario que se escapa a la normalidad del día, es un mundo paralelo donde damos vida a nuestra imaginación más primitiva, donde damos vida a todos nuestros monstruos, donde surgen aliados que habitan en la noche y en la profundidad del abismo. Luz y oscuridad son la cara de la misma moneda, sólo nosotros somos quien le damos las connotaciones positivas o negativas, pero ambas forman parte de nosotros y no reconocerlo es mentirse a uno mismo.
La Goetia Femenina te va a cambiar la forma de ver y sentir las cosas, vas a desarrollar una nueva percepción de lo vivido hasta ahora, vas a descubrir verdades que se han ocultado desde los albores de los tiempos por la mano del hombre, verdades que saldrán a la luz a través de tú oscuridad y de la conexión que hagas a través de tu subconsciente a medida que fortalezcas tu mente y desarrolles tus habilidades. Probablemente muchas de tus experiencias serán meras fantasías, una especie de puerta que te llevarán a cuestionarlo todo, pero que te ayudarán a seguir avanzando.
Y tu … ¿Has abrazado ya tu oscuridad?
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