Blótrauðr: La Llave de la Iniciación

La menstruación, más allá de ser un proceso biológico, era vista como un portal hacia lo divino y un símbolo de sabiduría y conocimiento. Las mujeres que menstruaban eran consideradas portadoras de llaves simbólicas, capaces de abrir y cerrar puertas a otros mundos y dimensiones.

La menstruación como portal: Era vista como un pasaje entre la vida y la muerte, la niñez y la adultez, lo visible y lo invisible.

Las llaves como símbolo de poder: Las mujeres poseían llaves simbólicas que representaban su acceso a conocimientos secretos y poderes proféticos.

La figura de la mujer anciana: Las mujeres que habían dejado de menstruar eran veneradas como sabias y profetisas, capaces de comunicarse con los dioses.

Conexión con la naturaleza y la fertilidad: La menstruación se vinculaba con ciclos naturales y rituales de fertilidad.

El seidr y la magia: La menstruación era un elemento clave en prácticas mágicas como el seidr, que involucraba cantos, encantamientos y trances.

En resumen, la menstruación era mucho más que un proceso biológico en las culturas nórdicas. Era un aspecto fundamental de la identidad femenina, un símbolo de poder y sabiduría, y una puerta de acceso a lo divino.